Mis experiencias me han hecho lo que soy

 

Cuando pienso en la idea de describirme para escribir mi biografía, prefiero dejar de un lado todas las formalidades y presentarme tal cual como soy y no como una persona distante escondida detrás de múltiples certificaciones y diplomas. En mi opinión, las experiencias son mucho más valiosas para formar el carácter y para probar que la teoría es acertada, y esto es especialmente verdadero, cuando has recorrido un camino que hace que tu conocimiento práctico sea relevante y comprobable porque se traduce en salud y bienestar a través de la alimentación.

Desde pequeña me ha apasionado todo lo que tiene que ver con la con la buena mesa, sin embargo, no siempre asocié comer bien con alimentarme saludablemente.

Nací en Venezuela, un país con un culto a la belleza inmenso, por eso durante mi infancia y adolescencia fui la típica niña que buscaba ser el espécimen perfecto, verme bien en lo superficial.

Desde muy temprana edad comencé a hacer dietas y a dejar de comer para llegar a ese “peso y figura ideal", sin tomar en cuenta cuánto estaba sacrificando mi bienestar y sin las herramientas adecuadas para mantenerme alejada de ese temido "sobrepeso" con el que había empezado; era una situación totalmente insostenible que se repitió en ciclos interminables a lo largo de más de una década! Probé cualquier cantidad de planes y regímenes alimenticios, enfocándome solamente en los números de la balanza y sin pensar en mi salud

.¿Te suena conocido? Mi punto más bajo fue cuando estando en edad universitaria y llegué a pesar 42 kilos con mi altura de 1.64 metros y terminé en el hospital con el sistema digestivo completamente fuera de balance y causando estragos en el resto de mi salud.

Este susto no fue suficiente para que empezara a aproximar la alimentación de una manera más sana, porque la presión social era muy fuerte, aunque para evitar reacciones violentas de mi estómago e intestinos, comencé a introducir más comidas sin procesar en mi dieta. 

Años después, cuando me supe embarazada de mi primera niña y después de muchos años de jugar yo-yo con mi peso, comencé a darle a mi salud la prioridad que se merece, porque ya no sólo se trataba de mí, ahora tenía que ser responsable de alimentar y permitir el crecimiento sano de otro ser humano...

Luego de leer y consultar diversas fuentes médicas, familiares y teóricas, decidí convertirme en vegetariana con la esperanza de aprender a cuidar de mi salud y de la de mi familia consumiendo una dieta más saludable y sensible; sin embargo este cambio, hace casi 15 años atrás, me abrió los ojos a una realidad que no esperaba: puedes ser un vegetariano poco saludable.

En ese momento, no existían recursos tan extensos para aprender independientemente sobre nutrición y los profesionales que consulté personalmente no estaban muy versados en el vegetarianismo más alla de substituir proteínas animales con opciones de reemplazo industrializadas o como se les llama en inglés mock meats (carnes de mentira). Siendo una mamá en estreno en una ciudad nueva, en un país conuna cultura gastronómica distinta a la mía, me vi obligada a experimentar en mi misma mientras a paso lento, en mis horas disponibles, me educaba sobre como ofrecerle lo mejor de este nuevo mundo a mi familia.

La leche materna con carácter exclusivo dio paso a lo que hoy se llama Baby lead wining, o el paso a comidas sólidas guiado por el bebé, que para mi fue el resultado de seguir mis instintos en combinación con las recomendaciones del pediatra y los recuerdos de mi niñez. Puse a disposición de mi bebé diferentes vegetales, frutas y hortalizas cocidos de formas variadas para ir conociendo sus gustos y preferencias y eso me obligó a transformar mi dieta para bien, en mi casa comenzó a haber una mayor variedad de comida fresca que poco a poco fue sustituyendo a los sustitutos industrializados, pre-empacados de productos animales.

Como los hábitos y paradigmas son difíciles de modificar y eliminar, comencé una nueva dieta dos años después de tener a mi nena: La proteína ideal. En retrospectiva, esta dieta fue la mejor forma de terminar con el ciclo de Atkins, South Beach, weight watchers y miles de planes y suplementos recomendados por nutricionistas. En ese momento estaba decidida a volver a "mi peso" aun sin tomar en cuenta la importancia del balance mente, cuerpo y alma.

La práctica de yoga y meditación que acompañó a mi incursión en el vegetarianismo se fue fortaleciendo y con ella mi conexión con el cuerpo, rápidamente me di cuenta del daño que me estaba haciendo con esta nueva dieta de moda y algo pasó dentro de mí, finalmente me di cuenta de que para poder ver a mi hija convertirse en una persona sana, yo debía ser saludable también, no era negociable!

Comencé un régimen de ejercicios regulares, meditaciones frecuentes y comida fácil de hacer y sana, por qué menciono el hecho de que eran recetas fáciles de seguir, porque hasta ese momento siempre me había escondido detrás de la falta de tiempo, de las horas que corrían veloces entre los cuidados de la casa y mi familia. Nuestra dinámica familiar comenzó a evolucionar y las horas dedicadas a la cocina comenzaron a ser más planificadas, eficientes y fructíferas. El cambio en mi cuerpo se hizo evidente y en ese momento yo comencé a comer tan sano como mi bebé porque me di cuenta que mi alimentación y la de mi esposo era tan importante como la de nuestra niña: para poderle ofrecer lo mejor, tenemos que estar presentes y disfrutar de salud ¿verdad?

Lamentablemente, los malos hábitos que sostuve por tantos años, me cobraron factura con un diagnóstico de Cancer de mama que recibí en 2014, año en el que puedo decir que me sentía en la mejor forma de mi vida y ya con dos hijas que cuidar y una certificación que me acreditaba como Asesor de Nutrición Holística o Integrative Nutrition Health Coach, en mi expediente.

Entré al tratamiento con una mano de ventaja, estaba tan acostumbrada a comer bien que un protocolo alimenticio bajo en azúcares y harinas refinadas, grasas saturadas y productos con aditivos e industrializados, me permitió recuperarme en tiempo récord de los efectos de dos intervenciones quirúrgicas con anestesia y reactivos químicos, quimioterapia y radiación.

Ahora me dedico a poner a la disposición de personas como tú, herramientas para que emprendan una jornada natural y fácil hacia la nutrición consiente y presente para mejorar la salud y calidad de vida tuya y de tus afectos, con paquetes informativos digitales en diversos tópicos, charlas y conferencias, y planes personalizados adaptados a las necesidades, preferencias y/o restricciones alimenticias que tengas.

Esta soy yon ThaisNL y para mí es un placer conocerte y poner a tu disposición y experticia. Contáctame y comencemos a trabajar en conjunto.