Mercado feliz: mamá que lee etiquetas!

Sabemos que ir al súper con peques puede ser una tarea titánica, y recomendaciones como ir luego de comer para que no tengamos hambre y no nos veamos tan tentados por productos pre-empacados y pasar la mayor cantidad del tiempo en el área de fresco: vegetales y frutas, también funcionan para los más chiquitos de la casa.

 Yo recuerdo que cuando mis chicas estaban de carriola/coche yo trataba de ir al súper cuando estaban haciendo la siesta, siempre haciendo lo imposible por estar segura de que estuvieran en los brazos de Morfeo antes de pasar por la puertas automáticas! Como ellas estaban acostumbradas a dormir con ruido y luz, me funcionaba perfectamente, tenía al menos una hora para pasearme por los pasillos con tranquilidad.

 Cuando los niños son más grandes podemos aprovechar la ida al súper para familiarizarlos con los vegetales y frutas, enseñarles cuando están maduros o en temporada, que vean las distintas texturas y olores y escojan… cuando ellos son responsables de algo, se sienten orgullosos, independientes y luego tienen más probabilidades de probar eso que eligieron.

 Pero recomendación más eficaz es que aprendas a leer etiquetas… ellas se pueden convertir en tus mejores aliadas! Puede ser que al principio te tome mucho tiempo, mientras te acostumbras, pero te prometo que vale la pena, podrás ser ama y señora de lo que colocas en tu carrito y en tu mesa.  Recuerda que tu comida definirá tu salud!

 Buscar las mejores opciones para tu familia puede ser una tarea intimidante y muchas veces la salida más fácil es dejarse llevar por lo llamativo de los empaques y las promociones que la industria alimenticia hacen para promover sus ventas.  

 De primera, hay que entender que la industria alimenticia es eso, una industria, un negocio, y como tal siempre está buscando maneras de aumentar sus ganancias, por eso va a introducir ingredientes que dan buen sabor o aumentan la vida en anaquel del producto pero pueden no ser la opción más saludable para nuestra familia, este es el caso de las azúcares: siropes de cereales, endulzantes químicos y azúcares ultra-procesadas o con rellenos que cuando se consumen en cantidad y por largos períodos, aumentan las posibilidades de desarrollar trastornos metabólicos como diabetes.

 Por eso al manejar la información que aparece en la etiqueta, tienes en tus manos la posibilidad de elegir con la salud de los tuyos como prioridad.

  • Siempre lee los ingredientes: no importa lo que diga o deje de decir el empaque, las etiquetas tienen que reflejar los ingredientes presentes en el producto.

  • Los ingredientes son listados de el que más abunda al que menos, es la ley. En general podríamos decir que pagamos por los primeros tres ingredientes. Si en los primeros 5 ingredientes hay varias palabras impronunciables, descarta ese producto y busca uno con ingredientes más naturales.

  • Las palabras “aroma a” “sabor a” indican la presencia de aditivos químicos.

  • Si estás indecisa entre productos compara sus listas de ingredientes y luego su tabla nutricional notando siempre el tamaño de la porción. Si el tamaño de la porción es diferente, vale la pena que hagas un ejercicio matemático “regla de tres” para que puedas comparar uno a uno los productos y tomar una decisión informada, ya que las cantidades que aparecen listadas son basadas en el tamaño de la porción recomendada.

  • Mira cuántas porciones trae el empaque e imagínate si eso es lo que comes tú por porción: quién se come solo 1 cuadrito de chocolate cuando tiene toda una tableta en frente?  Esto te sirve para calcular los nutrientes de acuerdo a la cantidad del producto que para ti es una porción. Si tú sabes que te comes al menos tres, debes calcular los nutrientes que te aporta multiplicando por 3 los valores listados en la etiqueta nutricional 

  • Observa las cantidades de Macronutrientes, o nutrientes como grasa, proteína y carbohidratos:

  • Carbohidratos: son las azúcares, fibra y almidones. Si en los primeros 5 ingredientes hay más de 3 fuentes de azúcar o edulcorantes, o quizá palabras que no puedes pronunciar, di: Thank you, next! 

  • Busca productos  altos en fibra y con un solo dígito de azúcar, es decir que no pasen de 10 grs por porción

  • Evita los productos con grasas saturadas y que tengan más de 12 grs de grasa. Solo el ghee o mantequilla clarificada y el aceite de coco son aceptables como grasas saturadas que contribuyen al desarrollo del cerebro del niño y a la salud de la familia

  • Busca productos que te aporten algo de proteína. Entre 5 y 8 gramos de proteína por porción es aceptable y un poco más es lo ideal.

 En cuanto a los micronutrientes: minerales y vitaminas:

  • 0.2 gramos o 200 miligramos de sodio debe ser el tope máximo de sodio por porción 

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